miércoles, 13 de septiembre de 2017

Cataluña, nuestros problemáticos vecinos del 5º A

Yo lo veo así:

España es fruto de una herencia ancestral, un bien raíz de casi 506.000 Km2 (un fincón), que hemos recibido en modalidad de proindiviso.

Sobre el proindiviso se ha ido construyendo, con los siglos, una gran urbanización; urbanización que los propietarios, constituidos en comunidad de bienes, cooperativa, o la figura legal que más nos guste, han puesto en manos de gestores: de la Administración.

Pero la gestión de los bienes inmuebles y de los propietarios que las habitan, siempre construidos sobre nuestro fincón, se ha hecho tan compleja, que se ha tenido que subdividir. Digamos que tenemos presidentes en cada comunidad de propietarios y presidente de la mancomunidad.

Como en toda finca, parcela o pisito, sus propietarios tienen deberes y derechos; entre los deberes, pagar alícuotamente la prima de la comunidad para su correcto mantenimiento y funcionamiento (impuestos); entre los derechos, decidir de forma directa (votación) o mediante representantes acreditados (Cámara) sobre qué hacer con y en ella.

Hasta ahí, de primaria ¿no?

¿Qué ocurre si los vecinos del 5º A del portal 1 deciden montar una discoteca en su casa sin el permiso de la comunidad de vecinos? Pues que contraviene las normas de la comunidad y las de la mancomunidad, aprobadas por mayoría en sus respectivas juntas.

Pero, los vecinos del 5º A consideran que es su casa y que pueden hacer con ella lo que quieran, sin importarles lo que opinen los del B, los de arriba, los de abajo, la comunidad de propietarios o la mancomunidad; sin tener en cuenta que su piso, por bueno que sea, está sobre NUESTRO FINCÓN y que da igual que paguen mucho en su cuota, ya que ésta es sencillamente proporcional al uso que realizan de nuestro proindiviso.

Y ¿qué pasa si insisten en hacer lo que les da la gana? Pues que llamamos a la policía y los denunciamos con la esperanza de que la Ley y la justicia actúe, porque haber nacido en una casa no te otorga derecho de propiedad sobre la misma, ni sobre la parcela en la que está construida en detrimento de los demás.

Un problema en Cataluña, nuestro 5ºA

Tenemos un problema en Cataluña, desde luego: se han puesto en modo ocupa, en vez de concienciarse de la herencia recibida, del legado y de que es un proindiviso  y, como tales, tienen quien los comprende y apoya, ahí está Manuela Carmena, que a ella nadie la ha invitado a la disco, pero opina y participa con pleno derecho, porque también es propietaria del Fincón y le hemos dado representación (valga el pareado).

Pero resulta que TODOS tenemos derecho a proteger lo que es nuestro y a defender nuestros bienes. A VOTAR si hay que tomar una decisión sobre NUESTRO fincón o su integridad y a hacer las cosas de manera más lógica y justa (incluso si aceptamos que en el 5º A de la Torre 1 se convierta en disco y se celebren raves)

Lo que no se acepta de ninguna manera, es que, porque los del 5ºA quieran hacer una Rave (una parte de una parte, de un todo), de la noche al día decidan que no obedecen las normas de la mancomunidad, ni siquiera las de su comunidad de vecinos, que no respetan la opinión de los del 5ºB, ni los del cuarto... y que ellos tienen derecho a manipular una votación para decidir sobre nuestra herencia, nuestro proindiviso, nuestro fincón.

Yo igual votaría que monten la Rave, para que corran con la organización, la limpieza, asuman las quejas, admitan que el organizador de la fiesta les está sacando el dinero y chuleándoles las comisiones... pero exijo mi derecho a VOTAR y a decidir sobre MIS bienes, legalmente documentados y legítimamente considerados propiedad y bien común.

Efectivamente, es de primaria ¿no?



lunes, 13 de marzo de 2017

El día de la agresión; yo, una mujer

Hace cosa de año y medio me agredió, verbal y físicamente, un arribista profesional de poca catadura moral y baja calaña, a quien nadie considera amigo, pero muchos le bailan el agua... "entiéndelo, me puede venir bien". Me aburro de oír como unos y otros lo insultan cada día a sus espaldas, pero dicen que la prensa, aunque sea mala, es el cuarto poder y eso, a muchos les impresiona y les afecta.

Ocurrió en una popular calle del madrileño barrio de Salamanca; es cierto que no denuncié y esa obsesión me persigue. Tenía prisa, me sentí abrumada, no supe que hacer. Pero, si en torno a 800 mujeres han muerto en España desde que en el año 2004 se dictara la Ley de Violencia de Género. ¿Quién me dice a mí que mi silencio puede llevar a que un día otra agresión -o una muerte más- pese sobre mi conciencia? El personaje no tiene escrúpulos y sí mucha, pero que mucha tela.


Si alguien se pregunta por qué no lo hice y considera que por ello he perdido la razón, la respuesta es fácil de explicar y mucho más de comprender: tengo marido, hijos, hermanos y buenos amigos que podrían tener un problema grave en aras de protegerme y defenderme y, sólo por eso, a pesar de su insistencia y su rabia, he obviado el nombre… el suyo y el de los labriegos que iban con él y le aran cada día el camino a su paso. Es mucho mayor el amor por mi familia y mis allegados, que el dolor de un manotazo o un insulto en boca de quien pasa por poco más que un ignorante; muy listo, pero ignorante.

Entre sus gritos e improperios, me llamaba vieja (si no lo soy, doy gracias a Dios por estar en vías de serlo, ya que poco faltó para no llegar a escribir esto, luego nada puede ofenderme) y a la vez me acusaba de creída. Y eso sí que me hizo pensar, porque hace años que salí del colegio y no había vuelto a escuchar tal expresión entre la población adulta. Sin embargo, a lo largo de estos meses, me he preguntado de qué se puede 'creer' una mujer -recordemos casi anciana- frente a un hombre que hace unos pocos años superó la treintena y, con artes más delictivas que honestas, tiene sus cuentas llenas. 

Ya sé, ya sé. Hay que decir a qué se debió la agresión porque una fémina, sea quien sea, tiene que demostrar que no se mereció el golpe para gozar de credibilidad: pues se debió a que días antes,en las horas muertas de un viaje, uno de sus empleados me discutió sobre el pago del impuestos y cómo su jefe le había explicado que él estaba excusado (lo único que tenía que hacer era no declarar ningún ingreso para que no lo pillaran) y yo le respondí que en este país, a quien más y a quien menos, la Ley nos obliga; otra cosa es a quién escuchemos. Por si aún tenía dudas, le recomendé que consultara a los abogados de la Asociación de la Prensa. Todo un inconveniente, al parecer, para el insigne empresario.

Nunca creí en la lucha de sexos, pero hay hombres a los que su madre no les dio suficiente zapatilla. Quizá yo tampoco a mis hijos y espero no tener que lamentarlo. Pero ante la tesitura de denunciar o no hacerlo, aunque aún estoy a tiempo y hace pocos días el personaje sumó razones, ¿qué voy a sacar en claro además de mucho mareo? Bueno sí, algo saqué: una lección práctica del manual de la amistad y el manido apoyo a la mujer que yo tanto he denostado: ¡Cuanta triste mediocridad! ¡Cuánta falsa femineidad! ¡Cuánto lazo de postureo! 

Hace unos días, arrestaron a un periodista por acosar a su ex pareja, la televisiva Mari Pau Domínguez. Lo primero que oí tras la noticia fue: "a saber qué le habrá hecho para que éste se ponga así" Y entonces me decidí, tenía que escribir porque a veces, es necesario desahogarse.