A veces le decía a mi padre que todo el mundo cree que el suyo es el mejor, pero que yo estaba segura de ello. Fue el pilar de mi vida y mientras que pudo hablar, a veces ya a duras penas, lo chinchaba para que me dijera quién era y si me quería.Nunca dejó de decírmelo, de darme las gracias tras la cena o cuando lo ayudaba a moverse. Si yo hubiera podido agradecer todo lo que él hizo por mí, me dio y me aportó...
En fin, ahora tengo quien me espere.
ESTE ES EL TEXTO QUE ESCRIBÍ PARA QUE MI HIJA FATIMA LO LEYERA EN SU FUNERAL y que muchos me habéis pedido.
En fin, ahora tengo quien me espere.
ESTE ES EL TEXTO QUE ESCRIBÍ PARA QUE MI HIJA FATIMA LO LEYERA EN SU FUNERAL y que muchos me habéis pedido.
Decía Camilo
José de Cela que mi abuelo era el único hombre de ciencia que conocía, que
sabía bailar el ‘swing’. Y tal vez es una de las frases que mejor pueden
definirlo, porque su vida transcurrió entre su dedicación al trabajo y su
maravilloso concepto de disfrutar de la vida.
Odontólogo,
periodista, profesor, científico… pero por encima de todo, marido, padre,
abuelo, bisabuelo e incondicional amigo. Dicen, quienes sobre él escribieron,